jueves, 21 de julio de 2011

Análisis Conceptual y Análisis Experimental

La mayoría de psicólogos están de acuerdo en que uno de los problemas que la psicología debe resolver con urgencia es su ambigüedad conceptual y aunque esta problemática no es nueva, cada vez es más relevante su solución. Skinner, se había referido a la psicología diciendo que el problema no era la naturaleza de la materia de la que está hecho el mundo, sino más bien de cuáles son las dimensiones de las cosas que se estudian y cuáles los métodos que le son apropiados.
Parece necesario considerar más detenidamente la relación que se pueda establecer entre la naturaleza de las cosas y los métodos mediante los que dicha naturaleza se específica. Algo similar había planteado en la antigua Grecia Sócrates, al hacer distinción entre juicios verdaderos y ciencia, refiriéndose a esta última como al juicio acompañado de explicación: Los objetos que no pueden explicarse no se pueden conocer, consideraba Sócrates. Es decir que la naturaleza de las cosas va a depender de lo que se asuma como explicación, de lo que se entienda por explicación.
Parece existir consenso alrededor de la categoría de influencia, respecto de lo que se puede entender por explicar, incluso en una concepción dualista del hombre, se trataba de explicar cómo una naturaleza no física (mente) influye o afecta el cuerpo. Los modos de influir en, o ser influidos por la realidad se establecen en la vida cotidiana. Respondemos diferencialmente ante diferentes propiedades de las cosas pero de igual forma influimos diferencialmente en otros de nuestra propia especie mediante el comportamiento verbal, lo que nos deja con dos elementos claves para hacer comprensible la realidad. Por una parte, la interacción entre los distintos elemento que constituyen la realidad y los modos como hablamos de dicha interacciones.
Las comunidades científicas han sistematizado y elaborado los modos de influencia en los procedimientos experimentales; en los Análisis Experimentales, y a los modos de referirse a lo que se hace en un experimento se le denomina - Análisis Conceptual-, y aquí lo que se hace es organizar en categorías los distintos modos de comportamiento verbal. Parafraseando a Wittgenstein, organizarlos en juegos de lenguaje y así como podemos hablar de juegos de lenguaje como nombra, interrogar, afirmar, podemos jugar los juegos de lenguaje de explicar. Aunque también podemos jugar juegos de lenguaje como imaginar; podemos imaginar por ejemplo que los demonios o los fantasmas influyen en nuestros cuerpos, sin embargo, dichos juegos solo tienen sentido si se juegan en las dimensiones que ellos mismos especifican,  el juego de la imaginación solo tienen sentido en las categorías de literatura fantástica y como tal, como conducta pertinente para este juego.
    Tiberio Pérez Manrique

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