miércoles, 3 de septiembre de 2014

Psicología, ¿estudio de los Actos de un ser vivo o el estudio de una Res Cogitan?

Aristóteles, en su tratado Acerca del Alma, dejó claro que lo que hoy conocemos como Psicología, se debía encargar de las funciones, de los ACTOS de los seres que tienen vida. Rechazó que se pudiera estudiar mediante la dialéctica, esto es, mediante la interpretación. Y propuso, que se estudiaran los actos mediante los métodos que se usaban en los estudios de la física o la biología, claro, con las limitaciones de su tiempo. La edad media, se aparta de la concepción natural del hombre y crea una visión de hombre con una alma trascendente, transformado la psicología aristotélica en el construido de individuo, la persona o sujeto, donde los actos de los organismos vivos que Aristóteles había delimitado, y que para él eran las funciones de un ser vivo, se convirtieron en una “cosa” que Descartes formalizaría en la -Res Cogitan. Con Descartes, todo lo que para Aristóteles eran ACTOS, se convirtió en cosas y operaciones mentales representadas en un espacio y un tiempo psicológico, y diferente al espacio y el tiempo de los objetos naturales. En lo epistemológico, los actos para Aristóteles se debían explicar, es decir, establecer sus condiciones de ocurrencia, su ordenamiento en dimensiones de lo real. Y la epistemología cartesiana por su parte, tomó como principio de conocimiento la concepción religiosa de que el hombre es el “espejo de Dios” en el que se refleja la naturaleza, y el hombre es su interprete. De ahí que para el empirismo y el racionalismo como respaldos epistémicos de la visión dualista del hombre, le haya sido imposible dar coherencia a la representación de la realidad por un lado y la realidad misma por otro. 

Tiberio Pérez Manrique