Ferster (1970),
se refiere a la práctica de la ciencia en los siguientes términos:
I don’t remember any experiment
being
called ‘‘great’’ or ‘‘bad’’ or
anyone being given
credit for doing something
especially useful
or valuable. Some experiments led
to further
planning, new apparatus, exciting
conversations, new theoretical
arrangements
of data and procedures or a rush to
tell everyone
about them, while others enabled
less behavior
of this kind. I don’t know whether
Skinner
was conscious of the lack of
personal
praise in interpersonal relations
in the laboratory.
I certainly was not. My behavior
was
generated by the natural reinforcement
of the
laboratory activity. But some of
the graduate
students found the absence of
personal support
difficult. (p. 43).
“Nadie
va al circo a ver que el perro promedio salta a través de un aro
significativamente más a menudo que los perros no entrenados y criados en las
mismas circunstancias, o a ver que un elefante demuestre un principio
conductual” (Skinner, 1956, p.228).
El titulo de este
comentario se refiere a una pregunta que el propio Skinner se formuló por los
años de 1958, en un trabajo que tenia por titulo –La huida del laboratorio”.
Sin embargo a pesar del tiempo y aunque se pudiera creer que ya no tiene
sentido plantearse este tipo de cosas, cada día observamos con preocupación
como tanto los estudiantes, y lo mas grave, muchas universidades, huyen del
laboratorio, o consideran que la formación en ciencia es un asunto de tener
“ideas geniales” y que sólo secundariamente se requiere de la asistencia a los
laboratorios para la formación científica.
Esta actitud parece paradójica,
con el hecho reconocido de que la mayor parte de nuestras estrategias de
conocimiento científico se han moldeado en las prácticas de laboratorio, que
aunque, como estrategia didáctica, se resiste a una sencilla formalización, es
el origen de la creatividad e invención de las ideas científicas.
Está paradoja puede
explicarse, por la tradición en nuestras prácticas de enseñanza-aprendizaje,
que operan tanto en la educación de bachillerato como en la universidad. Estas
prácticas han estado centradas en discursos dualistas del conocimiento, de origen filosófico y que vienen desde el
origen mismo de la universidad, siglo XII, en donde se organizaron los
contenidos y formas de enseñanza en el Trivium
y el Quadrivium. En el Trivium se incluían materias como la
lógica, la gramática y la retórica. En el Quadrivium se incluyeron las
matemáticas, la astronomía, la geometría; materias estas que estaban más
dirigidas a lo que hoy conocemos como formación científica.
En nuestro país, nuestras
prácticas de enseñanza-aprendizaje, se derivaron de la forma como se enseñaba
el derecho y la teología básicamente, más que una enseñanza basada en métodos
experimentales, de uso común en las ciencias y esto, en términos generales, no
ha cambiado. También ha influido en la poca relevancia que se le da a los
laboratorios como un medio de formar competencias investigativas, el peso dado
a los modelos estadísticos como un medio de validar y dar confiabilidad a las
teorías, más que a la manipulación controlada de las variables responsables de
los distintos fenómenos.
Si se analizan
detenidamente, modelos estadísticos, lógicos, o de simulación como medio de
producción de conocimiento, éstos asumen que el conocimiento es el acto de un sujeto,
y no el resultado del trabajo que han realizado de manera continua los grupos
humanos, con el propósito de establecer formas de relación y de orientación
respecto de la realidad y además, han establecido un modo convencional efectivo
para actuar y transformar la realidad. Y la manera como esto se logra, y así se
puede constatar en la historia de la ciencia, es mediante la investigación
sistemática la cual requiere del uso del laboratorio.
Tiberio Pérez
Manrique
Referencias
Ferster, C. B.
(1970). Schedules of reinforcement with Skinner. In P. B. Dews (Ed.), Festschrift
for B. F. Skinner (pp. 37–46). New York: Irvington.
Skinner, B. F.
(1956/1974). Una historia de casos referente al método científico. En A. C.
Catania (1974). Investigación
contemporánea en conducta operante. México: Trillas.
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