“No quiero ser el poeta menor de la infancia y de
las
inexistentes alegrías perdidas
ni quiero llorar los primeros amores, que sólo
fueron
los
mejores porque no tenia ninguna
experiencia de amar”. (Ivo, 2011, p. 51).
Shaping usually involves a shift in the range of effective
topographies. When an unusual form of response is strengthened by genetic
selection or operant conditioning, new forms may appear for the first time
which can in turn be strengthened as the contingencies change (Skinner, 1978,
p. 169).
Temas
como los que se enumeran en el título de este escrito, han adquirido
actualmente mucha relevancia, no porque sean nuevos, sino que dadas las crisis
económicas del mundo actual, se apela a ellos en busca de una solución a los problemas. Se responsabiliza a
los sistemas educativos de esta crisis, se dice que las actuales formas de
educación nos han conducido a una “crisis de la creatividad”.
Uno de los problemas actuales son los
económicos, y que básicamente se consideran problemas debidos a la
productividad. A su vez, la productividad ha descansado en la innovación
tecnológica, la cual parece ahora agotarse. Se pide entonces, que en los planes
de desarrollo de un país, se haga énfasis en una educación pertinente, dirigida
a la innovación. Así que, estos temas se han vuelto del interés de los
investigadores, e incluso de las empresas, que ahora cuentan con departamentos
de innovación y desarrollo.
Al
rastrear estos conceptos en la historia del pensamiento, tal vez se pueda fijar
su origen en Platón y Aristóteles, a partir de conceptos relacionados, tales
como “imaginación”. Platón se refirió a la imaginación como una forma
imperfecta de conocimiento, por tratarse de una simple representación de
objetos y su futura reminiscencia. El trato que por su parte Aristóteles hace
de la imaginación se deriva del concepto de alma sensitiva y, principalmente
del de experiencia. Aristóteles considera a su vez a la experiencia como el resultado
de la causa formal de los sentidos. Y para él, los sentidos y la imaginación
intervienen en el juicio de lo que es un objeto, y que se denominarán – juicios
con base en la experiencia-.
Tanto
Platón como Aristóteles, se refieren a la imaginación como una forma primitiva
de juicio. Un juicio, como se ha expresado en comentarios anteriores, se
refiere a la elaboración de categorías analíticas, es decir, un juicio delimita
juegos de lenguaje; juegos que establecen reglas o autorizaciones de lo que se
puede hacer o no hacer, decir o no decir. También, tradicionalmente, se ha
dicho que los juicios deben ser lógicos, esto es, que las categorías que los
expresan deben mantener coherencia. Para que esto sea así, una categoría,
entendida como una “autorización” para hacer o decir algo, sólo puede autorizar
una acción a la vez.
¿Qué
tiene que ver entonces la imaginación con conceptos como, creatividad,
inteligencia, invención, innovación, investigación translacional?
Sternberg
(1985), se refiere a la creatividad en términos de la inteligencia exitosa
(aunque podría preguntarse ¿si toda forma de inteligencia no es una acción
exitosa?), y para su análisis acude, a las formas como hasta ahora se ha medido
la inteligencia, esto es, los test de inteligencia. Él considera que con estos
tests, lo que se hace es exponer a los sujetos a un conjunto de problemas, que
en su naturaleza contienen ítems novedosos. Su análisis se orienta a tratar de
ver cómo los resultados obtenidos con estos tipos de tests, se correlacionan con
variables como: habilidades intelectuales, conocimiento, estilos de
pensamiento, personalidad, motivación y ambiente (para un análisis más amplio
ver: Lubart y Sternberg, 1995).
El
tratamiento que Sternberg hace de la inteligencia, da por sentada la psicología
de las facultades. Para esta psicología, las habilidades y las competencias son
el resultado de las potencialidades y capacidades de “agentes”, o para decirlo
en términos de Descartes, son el resultado de la res cogitans.
Nótese
que Sternberg, considera que la creatividad se puede medir mediante test que
contengan ítems novedosos no es claro, si se comparan respuestas novedosas
frente a respuestas no novedosas (es decir que no tengan una historia respecto
de los individuos a quienes se les aplica el test). El participante resolverá
el problema en la medida que reconozca la novedad como pertinente a la
situación problema. La creatividad entonces implica la invención, esto es, se
trata de un modo nuevo de orientación respecto de la realidad distinto a los
modos tradicionales, de forma tal que la invención y la innovación se ubican en
un continuo dentro de una dimensión creativa.
Una
característica que diferencia la conducta creativa de otro tipo de conductas, se
relaciona con el hecho de estar mediada por lo convencional; la conducta
creativa es básicamente conducta verbal. La conducta verbal, se describe en
términos de acciones que establecen funciones con otras acciones, gracias a
medios convencionales. De ahí que la conducta creativa radica en el
establecimiento y transferencia de funciones mediadas convencionalmente.
En
análisis del comportamiento se ha discutido la diferencia entre contingencias
“directas” y conducta gobernada por reglas. Esta discusión viene a propósito de
los temas que se están discutiendo aquí, porque el concepto contingencia como
categoría analítica, de amplio uso en los análisis del comportamiento, recoge
los usos de las relaciones condicionales, de lo que es posible y de lo que se
puede decir con sentido. Y la novedad, la invención, la innovación, resulta de
lo que es posible. Por esto es preferible hablar de contingencias novedosas o
creativas.
Las
contingencias creativas son en sí mismas, un experimento, puesto que se ponen
en relación diversos eventos para ver si funcionan relacionalmente; se diría en
metodología, -si la variable independiente modifica la variable dependiente- ¿qué es un experimento sino un acto creativo?
Las
contingencias directas son relaciones creativas y la conducta gobernada por
reglas permite transferir funciones, es decir, que estas últimas se pueden considerar
como una forma de investigación translacional.
Finalmente,
si la invención es un acto creativo, calificado como tal por una comunidad, su
desarrollo y transferencia requiere de un nicho, de una cultura, de una
comunidad que lo asume como uno de sus valores. No se trata de una cultura “esnob”, se trata de un valor duradero,
como lo será una vacuna contra el cáncer.
La creatividad tampoco es un acto “autista”, que se realiza en un cuarto
oscuro, o caja negra; se trata de relaciones que tienen sentido novedoso dentro
de un campo de relaciones.
Tiberio Pérez Manrique
Para
profesores: Pueden usar el
siguiente blog para sus clases: http://www.psychologytoday.com/blog/head-the-class
Referencias
Ivo, L. (2012). Estación final. Caza del libros: Ibagué – Colombia.
Lubart, T. L. & Sternberg, R. J. (1995).
An investment approach to creativity. Theory and data en S. M. Smith, T. B.
Ward. & R. A. Finke (Eds.). The
creative cognition approach (pp.269-302). Cambridge. MA. MIT Press.
Skinner, B. F. (1978). Reflections on behaviorism and society. Englewood Cliffs, N.J:
Prentice-Hall.
Sternberg, R. J. (1985). Beyond IQ: A
triarchic theory of human intelligence.
New York: Cambridge University Press.
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